Ecosistema Emprendedor

¿El empresario es el verdadero benefactor social?

Las palabras "empresario" y "negocios" a menudo se asocian solamente con beneficios financieros y crecimiento económico, vale la pena detenerse a reflexionar sobre el verdadero papel de un empresario en la sociedad. Más allá de las cifras, de los ingresos o del éxito personal, los empresarios son los verdaderos benefactores sociales. Su misión va mucho más allá de construir empresas exitosas: son quienes diseñan soluciones a problemas cotidianos, promueven cambios positivos en sus comunidades y actúan como pilares en la construcción de un futuro sostenible para todos.

Lo que crea un empresario emprendedor o fundador de un startup a diario es:

  1. Soluciones a Problemas y Microproblemas Cotidianos: Un empresario no es solo un creador de productos o servicios; es, ante todo, un solucionador de problemas. A través de sus emprendimientos, logra responder a las necesidades y microproblemas de las personas y las empresas en el diario vivir. Desde aplicaciones tecnológicas que facilitan el transporte, hasta tecnologías que mejoran la calidad del agua o soluciones que optimizan el trabajo remoto, los empresarios identifican lo que obstaculiza el bienestar de los demás y trabajan incansablemente para ofrecer soluciones innovadoras y accesibles. Este es su mayor motor: servir a la sociedad con ingenio, creatividad y trabajo duro con propósito.
  2. Impacto Positivo en Comunidades: Un empresario no trabaja en aislamiento. Cada empresa, grande o pequeña, afecta a las comunidades en las que opera, cada vez más globales por el avance tecnológico. Los empresarios crean espacios laborales que fortalecen el tejido social, impulsan la economías locales y promueven la cohesión entre los miembros de la comunidad. Desde empleos directos hasta oportunidades de colaboración, el empresario impacta a múltiples grupos humanos, generando círculos virtuosos de bienestar y progreso en el entorno inmediato.
  3. Compromiso con el Medio Ambiente y la Sostenibilidad: En la era actual, la responsabilidad ambiental es fundamental. Los empresarios comprometidos con la sostenibilidad se centran en prácticas responsables que respetan el medio ambiente y protegen la biodiversidad, para hacer sostenible la rentabilidad de sus empresas en el  largo plazo. Saben que los recursos naturales son finitos y que cada acción cuenta para preservar la "casa común". Así, buscan permanentemente con ciencia, tecnología y mucha creatividad, alternativas que reduzcan el impacto ambiental de sus actividades y apuestan por un crecimiento económico que, en lugar de deteriorar, cuide y restaure nuestro planeta.
  4. Contribuyentes al Bienestar Público: Al pagar impuestos, los empresarios cumplen un papel esencial en el sostenimiento de los gobiernos locales y nacionales, financian programas de salud, educación, seguridad y bienestar, y contribuyen al desarrollo de infraestructuras que benefician a la prosperidad económica. Esta aportación económica no solo es una responsabilidad legal; es también una forma de sumar a la sociedad, entendiendo que el bienestar colectivo fortalece a la misma empresa al crear un círculo virtuoso.
  5. Defensores de la Ética y la Transparencia: Aunque los empresarios financian en gran medida a los gobiernos a través de sus impuestos, también deben ser los primeros en exigir eficiencia y ética en el manejo de los recursos públicos. Un empresario es consciente de que su dinero es el resultado del esfuerzo colectivo de su equipo, sus clientes, proveedores y demás stakeholders, y su interés es ver cómo cada peso que contribuye a los gobiernos se traduce en servicios de calidad y en oportunidades para todos. Por ello, impulsan y deben exigir a los gobiernos a ser eficientes y transparentes, promoviendo una cultura de responsabilidad en la administración pública y la transparencia en el manejo de los recursos del estado.
  6. Creación de Empleo y Apoyo a Familias: La creación de empleo es una de las formas más directas en las que los empresarios impactan positivamente a la sociedad. Cada puesto de trabajo generado representa una oportunidad para que una persona —y por ende, una familia— mejore su calidad de vida. Estos empleos, tanto directos como indirectos, son el motor de las economías familiares y una pieza clave para el desarrollo económico de cualquier nación.
  7. Modelos de Negocio Sostenibles y Sociales: En su búsqueda por resolver problemas y ser rentables, los empresarios construyen modelos de negocio eficientes y sostenibles que generen bienestar social. Más allá del beneficio inmediato, estos modelos están diseñados para tener un impacto positivo y duradero. Los empresarios innovadores buscan hacer de sus empresas una fuente de desarrollo sostenible, que sea capaz de perdurar y de aportar a la sociedad en el largo plazo.
  8. Generación de Valor Permanente: Un empresario no sólo genera valor para sí mismo o sus inversionistas, sino que crea valor social y económico que beneficia a todos las comunidades que interactúan con su empresa. Esto puede ser en forma de conocimientos compartidos, nuevas tecnologías, mejores productos y servicios o, simplemente, un ambiente de trabajo positivo y motivador. Este valor, cuando es sólido, perdura y se convierte en parte del capital social y cultural de una sociedad.
  9. Impulso a la Ciencia y la Tecnología: Muchos empresarios, invierten en ciencia y tecnología con el objetivo de beneficiar sus productos y servicios para la sociedad. A través de proyectos innovadores, financian investigaciones y desarrollan avances que mejoran la calidad de vida de las personas y empresas. Estos proyectos no solo generan un impacto directo en la salud, la educación o el medio ambiente, sino que también abren puertas para el futuro y sientan las bases de una sociedad más equitativa y avanzada.
  10. Rentabilidad como Compensación al Riesgo: La rentabilidad es la recompensa por el riesgo asumido, pero también es una señal de que la empresa ha sido útil a la sociedad. Un empresario, al generar ganancias, demuestra que su solución aporta valor real a la vida de las personas. Esta rentabilidad es también la que permite la continuidad de su misión, financiando la creación de empleos, la mejora de productos y servicios y la expansión de su impacto. Es un contrapeso a los riesgos asumidos, y a su vez, un incentivo para continuar innovando y sirviendo. El empresario hoy es proclive a compartir el capital accionario de su empresa, para generar un proceso de democratización de la riqueza y lograr superar la pobreza y la desigualdad.

Así, podemos ver cómo el empresario moderno es mucho más que un generador de riqueza personal. Es un arquitecto de oportunidades, un solucionador de problemas, un defensor de la sostenibilidad y un pilar para el bienestar social y económico. En su esencia, el empresario es el verdadero benefactor social, ya que su impacto positivo es la base de una sociedad más fuerte, equitativa y próspera. Los gobiernos locales y naciones deben apoyar de manera decidida la construcción de ecosistemas de startups y emprendedores, y ecosistemas de innovación que los integren con empresas y grandes corporaciones. Como sociedad, debemos reconocer y premiar a estos hombres y mujeres que, día a día, enfrentan retos para construir un mundo mejor.

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